Comenzamos el aire troyano con una editorial dedicada a esclarecer que, aún hoy, el monopolio azucarero Ledesma, como en la Dictadura pero con distintos métodos, continúa matando: cercamiento de tierras de comunidades originarias, arrendamiento ilegal, precarización laboral, persecución y abuso de poder. Se suman los negocios de Carlos Pedro Blaquier, su dueño, y la relación que mantiene a lo largo de los años con los distintos gobiernos, que siempre legitiman su violento accionar.
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