El 18 de septiembre del 2006 desapareció Julio López, testigo clave en el juicio por el cual el represor Etchecolatz fue encontrado culpable de genocidio y condenado a prisión perpetua. Un nuevo recordatorio del poder que aún detentan aquellos que quieren ocultar su pasado y sus crímenes. Hoy, como siempre, la memoria sigue siendo nuestra arma más poderosa.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
no podemos bajar los brazos. hay que exijirle al govierno que busque y encuentre a lopez
3 comentarios:
no podemos bajar los brazos. hay que exijirle al govierno que busque y encuentre a lopez
feli
HASTA QUE JORGE JULIO LOPEZ NO APARESCA TODOS SEREMOS POTENCIALES DESAPARECIDOS EN ESTE PAIS
MIGUEL
todo esta guardado en la memoria...
limpiemos nuestra memoria colectiva, ejercitemosla y pongamosla a disposicion de nuestro futuro
carlos esmerado
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