En un día muy agitado en toda la Ciudad de Buenos Aires, se concretó el acampe de las organizaciones de Pueblos Originarios que sufriendo el silenciamiento general siguen esperando que la presidenta de la Nación los reciba sin intermediarios para resolver el problema de sus tierras. Entre los asistentes se encuentra el cacique Q'om de Formosa, Felix Díaz, reprimido y maltratado primero por la policía y los poderosos de su provincia,y desde hace más de una semana por el silencio de un país (Prensa/Gobierno) que insiste en mantener a los pueblos originarios fuera de agenda.
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