lunes, 2 de abril de 2012

2 de abril en troyanos...

30 años de la in-gesta de Malvinas y a días del 5to. aniversario del asesinato del maestro Fuentealba.

Hace 30 años se producía uno de los hechos más lamentables de la historia de nuestro país. Argentina en su etapa más oscura entraba en guerra contra Gran Bretaña por las Islas Malvinas del atlántico sur. A manos de los asesinos del pueblo, se inventaba una nueva andanada de la estupidez dogmática. Con la complicidad de los medios de comunicación, los sentimientos de inferioridad y las tramposas ganas de vivir en un país irreal, el país del “nomeacuerdo”.
La guerra siempre es un hecho aberrante, oscuro y lamentable, Malvinas no fue la excepción.
Mucho se puede decir sobre este absurdo, sin embargo nunca dejaremos de dar vueltas en círculo concéntrico alrededor la nada. Eso es la guerra, el avance de la nada.
Malvinas se transformó así en el gran agujero negro de nuestra historia comprometiendo por presencia y por ausencia la opinión de todos y cada uno de nosotros. Entre falsas declamaciones de patriotismo berreta, agudas manifestaciones de soberanías nacionalistas, dolorosos reclamos no escuchados…muertes, en las Islas a manos de la guerra, y en el continente a manos de la indiferencia…
La izquierda esquiva y difusa no parece haber hecho foco durante estos 30 años.
La derecha recalcitrante ha buscado apropiarse de un lenguaje que le sienta bien, el de la exclusión de otros manos de asumir la supuesta defensa de la patria.
La iglesia, cómplice de los asesinos.
Los gobiernos, incómodos y los ciudadanos confundidos.
Los medios de difusión dogmáticos, falaces y repetitivos.
Las familias y las victimas incomprendidas.
Muchos excombatientes soñando con volver a luchar…
Malvinas. 30 años de mentiras, torturas y videos.
En un país que aún hoy entrega sus recursos naturales fundamentales; que maltrata, desplaza y aniquila a las culturas pre-existentes; que delata y judicializa a los luchadores sociales…
Un país que no cuida el agua, sus cerros ni sus tierras en pos de la explotación del gran capital.
Un país desigual que no atiende las necesidades básicas de todos sus habitantes.
Un país que no logra garantizar la salud equitativa, el salario digno, la educación necesaria y la vivienda para todos.
Un país al que no parece preocuparle en demasía las desapariciones de Jorge Julio López, Luciano Arruga y otros casos menos conocidos pero igual de dolorosos; o las muertes de Maximiliano Kosteki, Darío Santillán, Mariano Ferreyra, Cristian Ferreyra ó Mario López, por citar los casos más emblemáticos.
Un país que permite que se maten a sus niños, a sus jóvenes luchadores, a sus campesinos y a sus maestros.
A pocos días de cumplirse cinco años de aquella acción criminal que derivó en la muerte de Carlos Fuentealba, poco se ha avanzado en las dos causas que se iniciaron y los responsables de tal asesinato (salvo el autor material) siguen libres…






Además dialogaremos, tras la huelga general del pasado 29 de marzo, desde el Paíz Vasco con Laura Gonzalez de Txabarri Etxaniz, Miembro del Comité Ejecutivo en el Departamento de Internacionales de ELA Sindikatua.

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